Luego de los violentos incidentes del pasado miércoles que derivaron en unos veinte heridos y más de 100 detenidos en el marco del partido cancelado por CONMEBOL entre Independiente y Universidad de Chile, el estadio del Rojo quedó en la mira.
Aún este viernes continuaban las pericias para obtener más detalle de lo sucedido y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, había afirmado por la mañana que “Independiente tiene el estadio suspendido. No va a jugar en su cancha el próximo partido. El fiscal ya pidió la clausura porque hay manchas hepáticas, arteriales, hay que hacer pericias”, precisó.
El juez José Luis Arabito, titular del Juzgado de Garantías n.º 3, hizo lugar al pedido de la fiscalía de clausurar y suspender el estadio Libertadores de América para la presencia de hinchas. Y si bien podría jugar con Platense el próximo domingo a puertas cerradas, otorgó potestad a las autoridades para efectuar el espectáculo en otro escenario.
Ante este panorama y el anuncio de Independiente de que apelaría la decisión “para que el juez interviniente reconsidere dicha medida”, se tomó la determinación por pedido de la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) de que el partido entre el Rojo y el Calamar quede postergado con fecha a definir. Una posibilidad es que se juegue durante las jornadas de Eliminatorias Sudamericanas.