El entrenador deberá afrontar varios inconvenientes para armar el equipo en busca de la clasificación.
RIVER se jugará a todo nada el pase a la siguiente ronda del Mundial de Clubes frente a Inter, en un duelo en el que si gana quedará clasificado y si empata deberá aguardar lo que ocurra entre Monterrey y Urawa Red Diamonds. Pero más allá de los resultados, afrontará sensiblemente disminuido dicho compromiso.
Marcelo Gallardo no podrá contar con cuatro soldados de su tropa, ya sea por lesiones o suspensiones. En el primer rubro, claro, aparece Sebastián Driussi, cuyo esguince de tobillo contra los japoneses lo marginó definitivamente de la competencia y recién podría estar listo para los octavos de final de la Copa Libertadores, a mediados de agosto.
La mitad de cancha quedará resentida por la baja de dos futbolistas muy considerados por el entrenador. Por un lado,Kevin Castaño, que recibió la roja por doble amarilla, y por otro Enzo Pérez, que fue amonestado ante los mexicanos y por acumulación deberá purgar una fecha de suspensión.
A ellos hay que sumar a Giuiliano Galoppo, que ingresó en los dos choques del Millonario y en ambos vio la amarilla, por lo que también se quedará afuera del trascendental duelo con el Nerazzurro.
El mediocampo riverplatense es un gran estigma si a ello se le suma que Santiago Simón todavía no pudo integrar ni siquiera el banco de suplentes en la competencia porque no se recuperó de la molestia física que lo tiene a mal traer desde antes del Mundial de Clubes.